Los marineros piden que la sube sea retroactiva a abril y se cobre en una sola cuota. El gremio apela a la metodología “puerta a puerta” porque todavía tiene suspendido el derecho a paritaria.
Los marineros emprenderán una procesión. En los próximos días, de a dos, de a tres o de a cuatro, los dirigentes del Sindicato Marítimo de Pescadores golpearán las puertas de los armadores y les pedirán un aumento salarial del 35%. Les propondrán, porque otra no les queda, que firmen convenios por empresa. Desde hace años, el Simape está impedido de negociar colectivamente por la judicialización de su personería gremial.
Pablo Trueba, secretario general del sindicato, contó que “ya se han tenido conversaciones informales y hay buena voluntad de las empresas de cerrar con el Simape a través de actas acuerdo”.
“Lo que les pedimos es un aumento del 35%, retroactivo a abril, a cobrar en una única cuota. Pero como también entendemos al situación que atraviesa la actividad, siempre que sea en un solo pago, estamos dispuestos a charlar un 30%”, aclaró Trueba.
En este sentido, contó que tendrían el visto bueno de varias empresas: “Marisco, Valastro, Moscuzza, Contessi y Valdino, entre otras, ya nos dijeron que es posible. La única que hasta el momento no quiso saber nada es Solimeno. Esperamos que reflexione y acceda al pedido legítimo de los trabajadores”, deslizó el dirigente, que descartó –pese a los trascendidos de un referente sciolista en Mar del Plata- unparo de actividades en el sector.
“Eso no es posible ni viable. No es momento de paros. La situación está delicada en el puerto y nos podemos, como hombres de la pesca, atentar contra la actividad que nos da de comer. Adjudicarnos la intención de una medida de fuerza fue una acción maliciosa”, definió Trueba.