Fernando de la Rúa
(Córdoba, Argentina, 1937) Político argentino, presidente de la
república argentina entre 1999 y 2001. Fernando de la Rúa Bruno nació en
Córdoba el 15 de septiembre de 1937, hijo de Antonio de la Rúa y Eleonor
Bruno, una familia de clase media ilustrada. Su abuelo paterno fue un
emigrante gallego que hizo fortuna y su padre ejerció la abogacía en
Córdoba y llegó a presidente del Tribunal Supremo de la provincia
homónima.
Estudió el bachillerato en el Liceo Militar General Paz y se licenció en
derecho con las máximas calificaciones a los veintiún años por la
Universidad de Córdoba, en la que también obtuvo el doctorado con una
tesis sobre el recurso de casación. Ejerció la abogacía en Córdoba y
Buenos Aires y fue profesor de derecho procesal en la Universidad de
Buenos Aires.
Desde su época universitaria estuvo afiliado a la Unión Cívica Radical
(UCR). Se estrenó como asesor jurídico en el Ministerio del Interior
durante la presidencia de Arturo Illia (1963-1966), cuando su aspecto
juvenil le valió el apodo de Chupete. Fue elegido senador federal por
Buenos Aires en abril de 1973, y en septiembre del mismo año figuró como
aspirante a la vicepresidencia de la república en la candidatura
encabezada por Ricardo Balbín, que resultó derrotada, con el 24,3 % de
los votos, por la de Juan Domingo Perón.
Fernando de la Rúa
Permaneció como senador hasta el golpe de estado que derrocó a la
presidenta María Estela Martínez de Perón, el 24 de marzo de 1976, y que
estableció una dictadura castrense. El ala izquierda del radicalismo le
reprochó una supuesta complacencia con los militares por haber asistido
con éstos a la inauguración del «museo de la subversión», en el que se
exponían los objetos pertenecientes a la guerrilla urbana. Pasó largas
temporadas fuera de Argentina y dio conferencias en universidades de
Estados Unidos, México y Venezuela.
Restablecida la democracia, optó sin éxito, en 1983, a la candidatura
presidencial de la UCR, que recayó en Raúl Alfonsín. Sin embargo, de
nuevo fue elegido senador. Revalidó su escaño en mayo de 1989, pero tuvo
que cederlo en virtud de un acuerdo del Colegio Electoral en favor de
las minorías. Diputado (1991-1992), líder del grupo radical en la
Cámara, y de nuevo senador en 1992, vio como su carrera política
experimentaba un cambio sustancial cuando el 30 de junio de 1996 fue
elegido jefe del gobierno (alcalde) de Buenos Aires con el 39,9 % de los
sufragios. Era la primera vez que los bonaerenses elegían directamente a
su gobernador, cargo en cuyo desempeño De la Rúa adquirió reputación de
honradez, meticulosidad, rigor jurídico en el estudio de los problemas y
acertada gestión.
Aunque identificado con el sector más conservador del radicalismo, llegó
a un acuerdo electoral con el izquierdista Frepaso, con el que
constituyó la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación (ATJE).
El 29 de noviembre de 1998, triunfó en las inéditas elecciones primarias
para elegir un candidato a la presidencia de la república, en las que se
impuso con el 63,3 % de los votos a la aspirante frentista, la senadora
Graciela Fernández Meijide.
En las elecciones presidenciales del 24 de octubre de 1999, la
candidatura de la ATJE, integrada por De la Rúa y Carlos Álvarez,
derrotó, con el 48,5 % de los sufragios, a la peronista de Eduardo
Duhalde y Ramón Ortega. En las legislativas parciales celebradas el
mismo día, la ATJE fue la fuerza más votada (43,6 %), con lo que
superaba por primera vez en la Cámara de Diputados, con 124 escaños, al
Partido Justicialista (peronista), aunque sin obtener la mayoría
absoluta. De la Rúa cesó como gobernador de Buenos Aires y tomó posesión
como presidente de la república el 10 de diciembre del mismo año.
Su gestión sufrió un temprano deterioro por la continuada y profunda
recesión económica y la delicada situación financiera. En agosto de
2000, la crisis llegó a las filas gubernamentales por las graves
acusaciones contra el poder ejecutivo sobre sobornos millonarios a
senadores peronistas y aliancistas para sacar adelante una polémica
reforma del mercado de trabajo.
De la Rúa reajustó su gobierno, pero sin complacer a los partidarios de
depurar las responsabilidades políticas hasta sus últimas consecuencias.
Dimitieron Rodolfo Terragno, jefe del gabinete presidencial, y Fernando
de Santibáñez, banquero miembro de la UCR y amigo personal del jefe del
Estado, que dirigía los servicios de inteligencia. El vicepresidente de
la república, Carlos Álvarez, abandonó el cargo, aunque negó que eso
implicara la ruptura de la ATJE. De la Rúa quedó en una situación
desairada.
Crisis profunda
El encono de la crisis económica, en un clima de creciente tensión
política, obligó a De la Rúa a prescindir del ministro de Economía, José
Luis Machinea, sustituido por el titular de Defensa, Ricardo López
Murphy, el 2 de marzo de 2001. Este último presentó un plan de
austeridad y fuertes recortes presupuestarios que fue rechazado por los
sindicatos. Ante la amenaza de una huelga general, López Murphy fue
destituido tras sólo catorce días en el cargo.
El 20 de marzo, De la Rúa adoptó una decisión muy controvertida al
designar ministro de Economía, con amplios poderes especiales, a Domingo
Cavallo, impulsor de la reforma que controló la inflación y estableció
la paridad del peso con el dólar durante la primera presidencia del
peronista Carlos Menem. Varios dirigentes del Frepaso expresaron su
disgusto.
Cavallo logró un acuerdo internacional para renegociar la deuda, pero no
resolvió los desafíos más importantes, relacionados con el recorte del
gasto público, el incremento y la mejora de la fiscalidad y la reducción
del enorme déficit. Por ello, el presidente de la república vio como su
imagen sufría un nuevo desgaste al negociar en agosto con el FMI otro
préstamo multimillonario para evitar la bancarrota, bajo unas
condiciones draconianas que acentuaron inmediatamente los conflictos
sociales. A cambio de un crédito de 8.000 millones de dólares, el
gobierno argentino se comprometió a aplicar un duro plan de ajuste, que
asegurase «un crecimiento sostenible» y el pago de los intereses de la
deuda externa, que ascendían a 130.000 millones de dólares, el 45 % del
producto interior bruto (PIB) nacional.
Católico practicante y ferviente antiabortista, De la Rúa se casó en
1970 con Inés Pertiné, hija de un conocido militar, con la que tuvo tres
hijos: Antonio, Agustina y Fernando. Es un hincha del equipo de fútbol
Boca Juniors. Los observadores argentinos subrayan sus aparentes
contradicciones: perteneciente al sector derechista de la UCR, promovió
la adopción de las leyes contra la discriminación y en favor de los
indígenas; miembro del Jockey Club, tradicional reducto de la oligarquía
porteña, no vaciló en aliarse con los izquierdistas del Frepaso.