En la comuna se entra con documento

Frente a la puerta giratoria, del lado de adentro, un escritorio improvisado con dos sillas y dos trabajadores: uno municipal y otro de la fuerza local de seguridad. Ellos, desde este lunes, ofician de mesa de control, más que de mesa de entrada. Es que por orden de la Secretaría Privada, con el objetivo de “saber quiénes andan por el Municipio”, piden documento y motivo de la visita a quienes pretendan ingresar al Palacio Comunal.

La decisión, que Juan José Mogiatti, de la oficina privada confirmó , llamó la atención de los trabajadores e indignó a más de un vecino que intentó entrar a la Municipalidad.

Según el funcionario, la medida “no es restrictiva, sino ordenadora”. “Siempre hay gente dando vueltas, buscando oficinas que no funcionan acá o deambulando sin motivo por un espacio que se usa para trabajar. La idea es organizar los ingresos, porque a veces se pierde el sentido de este lugar. Habrás visto las manifestaciones que se arman acá adentro”, deslizó Mogiatti, que enseguida intentó acomodar su expresión.

“No es sólo por las manifestaciones, está claro. Sino que nos parece bueno para el trabajo que no haya gente dando vueltas. Acá van a poder seguir entrando todos, pero con un orden, con un control. Es un edificio público, es verdad, pero no es para hacer reuniones y tomar mate. Para eso está la plaza”, disparó el funcionario de Carlos Arroyo.

La disposición del Ejecutivo se parece a una del exconcejal Hernán Alcolea, que en noviembre de 2014 intentó limitar el ingreso de vecinos a las sesiones públicas del cuerpo legislativo. Entre otras argumentaciones, además de la necesidad de respetar el factor máximo de ocupación, el edil utilizó una similar a la de Mogiatti. Por entonces dijo que “el libre acceso al recinto no se contradice en ningún aspecto con el ingreso ordenado y controlado para evitar también la portación de elementos impropios para el ámbito deliberativo, como ya ha ocurrido en situaciones anteriores”. “El recinto de sesiones del palacio municipal está destinado a ser un ámbito de serena reflexión y exposición de ideas y posturas en relación a casos concretos, y no una caja de resonancia de gritos y posturas destempladas”.