Sin Barrionuevo, Moyano frenó el paro y llamó a la unidad gremial

«No me cabe duda que en el 2015 el movimiento obrero se va a unificar», estimó el secretario general de la central sindical (CGT) opositora, que ayer prefirió no convocar a una nueva medida de fuerza.

La CGT opositora que encabeza Hugo Moyano volvió ayer a postergar su decisión respecto de convocar a un nuevo paro nacional contra el Gobierno, tras un plenario de delegaciones regionales de todo el país en la que no estuvo su aliado, el gastronómico Luis Barrionuevo, quien promueve una inmediata huelga.

Fuentes del barrionuevismo habían advertido el lunes pasado que no asistirían al cónclave, porque no se iba a decidir ninguna medida de fuerza contra la administración de la presidente Cristina Kirchner.

Voceros gremiales indicaron a la agencia DyN que las diferencias entre Moyano y Barrionuevo radican en que el gastronómico quiere convocar cuanto antes a un paro pero el camionero le endilga su escaso poder de convocatoria, como para llevar adelante una medida de esa naturaleza.

«Un plan de acción no termina. No se termina en un paro o una movilización, tenemos que ser inteligentes para definir cuál es la medida que puede permitir que nuestros reclamos sean escuchados», explicó Moyano.

Antes de las deliberaciones, el camionero aseguró que la unidad en la acción con el barrionuevismo «no está rota» porque «no hay nada que así lo indique», aunque no justificó el faltazo de los representantes de la CGT Azul y Blanca.

Para no dejar expuesta la intención de no llamar a un paro nacional, la CGT Azopardo al término del encuentro se declaró en «estado de alerta y movilización y por la continuidad de su plan de lucha».

Sin decisiones sobre medida de fuerza alguna, Moyano ensayó privilegiar el problema de la inseguridad, por lo que anunció que próximamente la cúpula cegetista se reunirá con los responsables de la seguridad en el interior del país para «presentarle alternativas que permitan superar ese flagelo que padecen a diario los trabajadores».

Con el segundo «faltazo» de Barrionuevo a un plenario de secretarios generales en menos de una semana, Moyano presidió un encuentro con regionales de todo el país que, por unanimidad, facultó al consejo directivo cegetista para que «adopte las medidas que considere necesarias para darle continuidad al plan de acción» que pactó el sindicalismo opositor el 20 de enero pasado en Mar del Plata.

Por otra parte, el camionero se pronunció en favor de la unidad del sindicalismo peronista al expresar que «no me cabe dudas que en el 2015 el movimiento obrero se va a unificar» y admitió que en esa dirección «existen conversaciones» con gremialistas cercanos al gobierno.

Mientras, el secretario de interior de la CGT Azopardo, el rural Gerónimo Venegas, y su par de relaciones Internacionales, Juan Carlos Schmid, manifestaron al respecto que «si tenemos que dar un paso al costado para logar la unidad del movimiento obrero lo vamos a hacer».

El plenario de las regionales se caracterizó por las duras criticas al modelo kirchnerista por parte de la dirigencia del interior.

«Estamos conducidos por corruptos que no permiten desarrollar a este país, que tiene un piso pero tiene techo para el crecimiento», disparó Venegas.

Schmid, en tanto, acusó al oficialismo de tener «la mayoría en el Congreso pero que no tienen las pelotas suficientes para hacer algo para frenar la desocupación y la precarización laboral».

Finalmente el secretario de Estadísticas, Jorge Sola, pidió la profundización del plan de lucha y enfatizó que en el país existe «una desocupación oculta por el gobierno» pese a remarcar que «no somos opositores pero sí críticos» del modelo kirchnerista que «abortó la cultura del trabajo que nos enseñó Juan Domingo Perón».

El consejo directivo que definirá la continuidad del plan de acción será convocado a la brevedad, aunque aún no tiene fecha, se informó finalmente.