Pereyra y Piumato abogaron por la reunificación ce las centrales sindicales. «Hay situaciones personales que son difíciles de supera. Hablando lo podemos superar», estimó el Nº 2 de la CGT opositora.
El secretario general del sindicato de petroleros y Nº 2 de la central obrera opositora, Guillermo Pereyra, abogó por la reunificación de las CGT de Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Antonio Caló y reclamó a esos dirigentes «llegar a algún tipo de acuerdo» antes de las elecciones.
«Los reclamos son los mismos y la situación es la misma. No podemos anteponer la situación política», enfatizó Pereyra, al ser consultado sobre las posibilidades de que las centrales obreras se reúnan.
El senador nacional por el Movimiento Popular Neuquino (MPN) consideró que en el sindicalismo «ese es el camino, el de la unidad, el del consenso, el de la coincidencia».
«Hay situaciones personales que son difíciles de superar pero trabajando y hablando lo podemos superar», confió Pereyra, actual secretario general del sindicato de Petróleo y Gas privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa.
En la misma que Pereyra se expresó el judicial Julio Piumato, otro ladero del camioneros. «Si hay unidad que no sea por unos pocos meses, tiene que ser con un programa. Pienso que ahora que se está cerrando una etapa del país, sería importante que la unidad se dé antes de las elecciones, y no con el diario del lunes, que siempre es funcional a los nuevos escenarios», sostuvo Piumato a radio Splendid.
Sin embargo, el jefe de UEJN advirtió por presiones del Gobierno para evitarlo. «Cuando (el movimiento sindical) se une, es para defender mejor los derechos de los trabajadores, y si ven los diarios, que dicen los funcionarios del Gobierno que dicen que el salario real no perdió peso en la Argentina, me pregunto si los que hablan viven en Marte. Sabemos que hay presiones del Gobierno, que no le interesa un movimiento sindical unido», disparó.
Ámbito Financiero reveló días atrás incipientes contactos entre dirigentes para avanzar en la unidad. La semana pasada Moyano juntó a tres dirigentes de peso en la CGT oficialista: José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (albañiles, Uocra) y Andrés Rodríguez (estatales de UPCN), integrantes del denominado grupo de los «independientes» de la central sindical. De ese cónclave surgió la idea de preparar un documento como aviso a los presidenciables: si el próximo gobierno quiere paz social, deberá acordar con el movimiento obrero peronista.
Tras el almuerzo con el camionero, Martínez aseguró que hay «óptimas razones como para poder pensar que podemos llegar a abril o mayo del año que viene» se podrá concretar «la unión de la CGT».
Sin embargo, los sindicatos industriales, con el metalúrgico Caló a la cabeza, avisaron que pondrán condiciones y reparos a la eventual fusión de las centrales.