La crisis sanitaria de la provincia de Buenos Aires se agudiza cada vez más, golpeando directamente a las clínicas privadas, que no encuentran salida al preocupante déficit económico en el que están inmersas. El 15% de aumento que reconoció el IOMA en sus prestaciones, y que pagará en cuotas a partir del mes de septiembre, resulta insuficiente en relación a los niveles de inflación, al aumento del 27.5% de sueldo que cerraron los trabajadores de la salud, y a los insumos dolarizados que tienen que afrontar los sanatorios.
En torno a esta situación crítica, el Presidente de la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y Otros Establecimientos de la Provincia de Buenos Aires (FECLIBA), Néstor Porras, aseguró que “históricamente los financiadores como IOMA y PAMI acompañaron al menos el porcentaje de paritarias. Pero en esta oportunidad se ha tomado una modalidad distinta a nivel nacional y provincial, que es ofertar por debajo de los niveles de inflación que el propio Presidente de la Nación, Mauricio Macri, reconoció”. A pesar de que este desajuste se generó principalmente a partir de que ATSA cerrara la paritaria en un 27.5%, Porras dejó en claro que “los trabajadores lo necesitan y esto termina siendo una pelea entre pobres, lo que menos queremos es que le recorten el salario”. Más allá de esta necesidad, el presidente de FECLIBA detalló que “las clínicas tuvieron más de un 100% de aumento en electricidad y los insumos están dolarizados. Somos un sector que atendemos a la seguridad social, y que estamos tipificados como sociedades anónimas, o SRL, y donde el estado exige como tal. Tenemos una entrada fija, con gastos variables”