Se quedó con la Copa Desafío de Mar del Plata al imponerse a Rosario Central en los penales por 4 a 3 pero fue más en el juego en el 1 a 1 del tiempo reglamentario. El arquero Guido Herrera atajó dos envíos en la definición de cierre.
Talleres es una grata sorpresa. La revelación de la primera parte del torneo de Primera División, en su vuelta a la máxima categoría, prolongó su buen andar en en el Fútbol de Verano de Mar del Plata. Se impuso este domingo en definición con tiros desde el punto del penal a Rosario Central por 4 a 3, pero después de haber sido más en el tiempo reglamentario (empate 1-1) y se quedó con la Copa Desafío que se disputó en el Minella ante regular cantidad de público.
Talleres protagonizó el partido con talento colectivo, con buenas combinaciones desde la gestación al ataque, que no se concretaron en la zona de definición en proporción al dominio ejercido. Rosario Central, en cambio, ahora con el debut de Paolo Montero en la dirección técnica, evidenció una clara merma en su juego con respecto al equipo que terminó el año pasado, por la pérdida de un organizador como Lo Celso, y también ante las ausencias de último momento de Musto y Marco Ruben.
Talleres se puso en ventaja muy rápido y mantuvo el protagonismo y el dominio absoluto durante la primera media hora. A los 2’ Víctor Ramis sacó un derechazo desde afuera, a la altura de la media luna, que se metió contra el palo izquierdo de Diego Rodríguez. El arquero marplatense había tapado antes una entrada del mismo delantero pero no respondió de igual manera con el remate de media distancia.
Enseguida el equipo cordobés pudo haber ampliado con dos situaciones que desperdició Sebastián Palacios, en la primera al rematar desviado en la boca del arco tras centro de Leonardo Godoy y en la siguiente al elevar el remate en el mano a mano con el arquero en el que lo había dejado Emanuel Reynoso, de lo mejor del primer tiempo.
Pero en el último cuarto de hora reaccionó Rosario Central, con más “poder de fuego” que juego. A los 36’ avisó Teo Gutiérrez con su categoría con pase para dejar a Fabián Bordagaray cara a cara con el arquero Guido Herrera, quien tapó con esfuerzo. Pero a los 44’ se cambiaron los roles y el colombiano no perdonó. El pase gol, buen estiletazo hacia la derecha, fue de Bordagaray, y Teo recibió y definió con remate fulminante.
Pero tan rápido como pasó esa ráfaga de Central, en el final del primer tiempo, desapareció en el resto del partido. Mucho más con la salida de Teo, a los 18’ del segundo tiempo. Antes y después de ese momento rosarino, Talleres prevaleció en el juego, y con mejores intenciones y tratamiento de pelota.
Strachman ingresó por el errático Sebastián Palacios y enseguida tuvo una situación, en el arranque del complemento, que neutralizó esta vez con esfuerzo el arquero Rodríguez. Fueron escasas, igual, las situaciones a lo largo de la segunda etapa, más allá del mejor juego de Talleres. Y los penales fueron inevitables para resolver el dueño de la Copa en juego.
Los penales, al cabo, esta vez le dieron el premio al mejor. Guido Herrera atajó dos, convirtió uno, se erigió entonces en figura. Y Talleres se quedó con el Desafío, y con más certezas para el futuro.