El último viernes, dos alumnos que salían de cursar fueron baleados a la altura de 3 de Febrero al 4500. El director de la Escuela, Claudio Troglia, dijo que “de milagro no perdieron la vida”. Actualmente, evolucionan favorablemente. El dirigente gremial desea mayor presencia policial en la puerta del establecimiento y teme por la creciente inseguridad que acecha en la zona.
De milagro, tal cual lo afirmó Claudio Troglia, las inmediaciones del Centro de Formación Profesional N° 406 de SMATA no se tiñeron de sangre el pasado viernes. En horas de la noche, luego de terminar de cursar, al menos tres sujetossujetos a bordo de una camioneta Eco Sport interceptaron a cinco alumnos a escasos metros del ingreso de la Escuela, los apuntaron y, cuando decidieron huir a pie, fueron atacados a balazos, hiriendo a dos de ellos que, en la actualidad, evolucionan favorablemente.
“Los chicos caminaban con sus motos de tiro cuando de repente los cruzó una camioneta (Eco Sport). Los que iban dentro de ella (conductor y acompañantes, según relató Troglia) se bajaron y los apuntaron. Inmediatamente, uno de los chicos dijo, textual: ‘Nos ponen’. Por eso salieron corriendo”, manifestó el director de la Escuela.
“Mínimo, habrán sido cuatro o cinco tiros”, esbozó Troglia, sin dejar pasar que “uno de los chicos fue herido en el omóplato y otro en la rodilla”. Acto seguido, acotó: “No se llevaron ninguna moto porque no tuvieron tiempo. Ante la huida de los chicos, estos delincuentes tomaron la decisión de disparar. Luego huyeron en la camioneta”.
La denuncia fue asentada en la Comisaría Cuarta y que “utilizaron un calibre 32”. “El cirujano que los atendió nos dijo que se salvaron de milagro. Con un 22…mejor ni pensarlo”, afirmó.
Troglia, al compás de Victorio Musacco, dirigente de SMATA (secretario de Cultura y Prensa) que luego aportó su testimonio, recordó que “el 5 de septiembre presentamos una nota exigiendo presencial policial a la entrada y salida de los alumnos (unos 500, entre materiales anuales y cuatrimestrales). Es decir, 18:30 y 22”.
Sobre el final, Musacco fue tajante (ironía mediante): “Todavía estamos esperando a que llegue el patrullero”. Inmediatamente sostuvo que tras reunirse con el Segundo Jefe de la Departamental, Daniel Alberto Pérez, entre otros funcionarios policiales, les “garantizaron” que en los horarios correspondientes contarán con presencia policial en la puerta del establecimiento. “Hace tres años que padecemos una inseguridad fuerte en la zona. No quiero ir a La Plata para denunciar la muerte de un alumno. Quiero que todos estemos tranquilos”.
Por ahora no suspenderán las clases, pero los alumnos y autoridades tienen miedo. Temen que la ola de inseguridad que acecha contra el barrio se acreciente con el tiempo (en el medio, alumnos que han sufrido el robo de sus vehículos estacionados). “Lamentablemente, desde que se instaló la Nueva Terminal de Omnibus, la zona es otra”, cerró Troglia.
Fuente: http://www.elretratodehoy.com.