El frigorífico se convirtió en una cooperativa tras el quiebre de la empresa. Sin embargo, 30 despedidos aseguran que la cooperativa es trucha y la comisión directiva “se llena los bolsillos”.
Desde hace varias semanas, el ex frigorífico Sadowa, reconvertido en una cooperativa de trabajo, se encuentra en conflicto. Unos 30 trabajadores fueron despedidos, presuntamente, porque no había trabajo. Sin embargo, ellos sostienen que el conflicto se originó porque solicitaron a la comisión directivaque muestra a todos los libros de balance. “Se están llenando los bolsillos a cuesta de los trabajadores”, dijo Gabriel Palomino.
Lo concreto es que tras varios días de protestas y de cortar el acceso a la empresa, en Constitución y 228, este lunes se hizo presente una delegación del Ministerio de Trabajo y acordaron que el próximo lunes se realice una audiencia en la delegación de Luro y España, entre los trabajadores, los titulares de la cooperativa y las autoridades de la cartera laboral.
“Vamos a ver qué respuesta nos dan. Ellos no quieren ceder, insisten en que nos despidieron porque falta trabajo, aunque a los pocos días que nos echaron contrataron más personal. Saben que si nosotros volvemos les vamos a pedir que muestren los balances, como debe ser”, señaló Palomino. El trabajador remarcó que aunque no logren su reincorporación al menos buscan que a partir de este conflicto elfuncionamiento de la cooperativa se normalice.
“Por lo menos que quede claro que es una cooperativa. Vamos a dar pelea para eso”, destacó.
Palomino acusó a los nueve integrantes de la comisión directiva de la cooperativa de aprovecharse de los trabajadores. Son cerca de 80 que cumplen 8 horas los lunes, miércoles y viernes por apenas 200 pesos (a veces menos) por cada jornada. “Mientras tanto, vemos como los de la comisión directiva se llenan los bolsillos. Todos compraron autos cero kilómetro, uno se compró dos licencias de taxis, otro se construye una casa en Sierra de los Padres y los trabajadores no tienen ni para el colectivo”, graficó.