Después de reiterados pedidos formales e informales, nos vemos ahora en la obligación de requerirle públicamente a Santiago Bonifatti que cumpla con sus obligaciones como presidente de Acción Marplatense y reúna de una vez a la mesa directiva.
Debe garantizar así el funcionamiento democrático de Acción Marplatense que, mayoritariamente, quiere responder a la voluntad participativa de muchos vecinos que ven otra vez en el Partido de la Ciudad una alternativa sólida para construir un futuro mejor.
Creemos que el presidente debe honrar el espíritu fundacional de nuestro partido, comprometido con la defensa de la ciudad y de los intereses de los marplatenses, en todas las circunstancias, como lo hemos hecho a lo largo de estos 19 años de vida, trabajando en equipo. Necesitamos entonces que se cumplan las formalidades funcionales que toda organización con voluntad de futuro tiene que observar. El respeto a las instituciones debe empezar por casa.
Poner a Mar del Plata en Acción
No queremos que Mar del Plata vaya para atrás como el cangrejo: el gobierno del señor Arroyo no solo no continúa lo bueno, sino que empeora lo malo y destruye lo hecho. Tal es el caso de las prestaciones de salud, el Cema, la capacitación de la Policía Local o el abandono de la políticas sociales como los Polideportivos y la orquesta municipal infanto juvenil.
En lugar de la creación de trabajo genuino con más industrias y el parque informático, ahora avanza la economía de la precariedad y la improvisación en el espacio público. Caen plazas, veredas y esquinas en manos de organizaciones que ejercen el comercio ilegal.
En la gestión que encabezó Gustavo Pulti concretamos muchas cosas y otras quedaron pendientes. Por eso es hora de renovar la acción, el compromiso y las propuestas para poder implementar nuevos proyectos. Nuestro partido y todos sus equipos deben estar al servicio de la ciudad, sin especulaciones personales ni individualismos ajenos a los intereses de la comunidad.
Mar del Plata lo tiene todo. Pero necesita también mucha gestión, coherencia y seriedad.