85 AÑOS DEL FALLECIMIENTO DE HIPOLITO YRIGOYEN

 

El Ateneo «LEANDRO ALEM» de la Unión Cívica Radical de General Pueyrredon recuerda el 85º aniversario del fallecimiento del Dr. HIPÓLITO YRIGOYEN, primer Presidente de la Nación elegido por el voto pupular, libre y democráticamente de los ciudadanos de la República.

Revolucionario en el Parque y fundador de la Unión Cívica Radical. Acompañó a Leandro Alem, su tío, y lo sucedió a su muerte como Presidente de la UCR. Abstencionista e intransigente hasta lograr la sanción de la ley que consagrara la voluntad popular mediante el voto obligatorio y secreto en 1912.

Fue Presidente de los argentinos entre 1916 y 1922. La Unión Cívica Radical ganó las elecciones con el 45,6 por ciento de los votos, entregándole el gobierno al triunfador de las elecciones de 1922 Marcelo Torcuato de Alvear.

Y triunfó nuevamente en 1928 con el 57,4 por ciento, gobernando hasta el golpe de 1930. La página más negra en la historia del país que diera origen a la denominada «Década Infame».

El gobierno de Yrigoyen se caracterizó por su «Plan de Tierra y Petróleo», en el que el Estado se reserva un rol decisivo. Defensor de la soberanía y del patrimonio nacional, crea en 1922 la empresa estatal petrolera YPF, que en el futuro sería la más grande del país, completado durante la presidencia de su continuador Marcelo Torcuato de Alvear. Respaldó la Reforma Universitaria de 1918, que fuera ejemplo para toda América de la defensa de la educación pública y la autonomía universitaria.

Impulsó una política de expansión y fortalecimiento de los ferrocarriles y se enfrentó con las poderosas empresas ferroviarias extranjeras. Crea la Marina Mercante y reorganiza el Banco Hipotecario para que apoye crediticiamente a los pequeños propietarios.

Intransigente en su política exterior, en el sagrado respeto a los pueblos del mundo, rechazó la intervención imperialista en centro américa. Sancionó las leyes que protegian a los trabajadores de los abusos patronales.

Cuantas veces nuestras autoridades nacionales deberían mirarse al espejo de Yrigoyen para encontrar el rumbo, defendiendo el patrimonio nacional, no sólo de los de afuera que nos quieren comprar, sino de los de adentro que nos quieren vender, y lograr una mejor calidad de vida y un mayor bienestar para los habitantes de nuestra Patria.

Al asumir su Presidencia en su mensaje a la Asamblea Legislativa, Yrigoyen afirmó: «No he venido a castigar ni a perseguir, sino a reparar».

Una nueva reparación moral nos reclama.

La “causa” nacional y popular del radicalismo sigue vigente.

Ateneo «LEANDRO ALEM»
MAR del PLATA