VIDAL QUITO A LA BONAERENSE EL MANEJO DE LA CAJA

La gobernadora María Eugenia Vidal le dio su segundo golpe de gracia a la policía bonaerense, y luego de que en abril firmara el decreto obligaba a la cúpula policial a presentar declaraciones juradas, ahora le entregará la administración de la fuerza a un civil.

Desde hoy la caja de la Policía de la provincia de Buenos Aires está a cargo de Ignacio Greco, quien será el responsable del destino de unos 500 millones de pesos anuales que maneja la fuerza y que hasta ayer siempre habían estado bajo la atenta mirada de algún efectivo de la bonaerense.

Con la firma de una resolución por parte del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, la Policía Bonaerense verá cómo se licua buena parte de su poder y perderá el manejo de su caja. Para que esto suceda, la Superintendencia de Coordinación Administrativa será suprimida y sus funciones quedarán a cargo de Greco, que ya había desarrollado esa función en la ciudad de Buenos Aires y que en el gabinete vidalista cumplía la función de subsecretario Legal, Técnico y Administritativo en el Ministerio de Seguridad.

Precisamente quien estaba a cargo de la superintendencia eliminada por Ritondo, el comisario Néstor Martín, debió dimitir a su cargo luego de que la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad lo denunciara por supuestas inconsistencias en su declaración jurada, donde habría declarado un patrimonio de 4.022.108 pesos, con siete propiedades, un helicóptero, más de dos millones de pesos en efectivo, 18.000 acciones de una cooperativa y electrodomésticos valuados en $100.000.

En ese sentido, el titular del área de la seguridad bonaerense indicó que “Se trata de un modelo de policía donde la administración y el control estén en manos de civiles” y remarcó que “el policía debe estar en la calle. Y quienes sean policías de comando que trabajaban en administración, van a retomar sus lugares en la calle, porque es donde se los necesita”.

Por este motivo, las fuerzas policiales tendrán a su disposición 200 uniformados que deberán volver a las calles y que hasta ayer se encargaban de tareas administrativas, pero que mañana serán un refuerzo en la lucha contra la inseguridad.