El abogado Julio Torrada, conocido mediáticamente por el Caso Priscila, pasó por Mar del Plata para brindar una charla abierta sobre Violencia Familiar y de Género, convocado por el IPLIDO, UTHGRA y Mujeres por Más Futuro del Frente Renovador.
Justamente en este marco, se presentó un espacio de Asesoramiento y Prevención de Multidisciplinaria de Violencia de Género y Familiar, que funcionará en el Centro Ramón Carrillo, de Catamarca casi Alberti.
Con Mercedes Morro –secretaria General de UTHGRA- como anfitriona y acompañado por la Dra Selana Marinelli y la Lic. Beatriz Palmer, Torrada dejó en claro algunas cifras estremecedoras: Los números crecen a tal punto que en 2012 las mujeres asesinadas fueron 257, en 2013 fueron 300 y crecen las denuncias. Pero no significa que haya más violencia, sino que hay más ánimo de denunciar, de decir. Los medios de comunicación son fundamentales porque muchas mujeres se animan a acercarse y contar”, remarcó.
“Muchas son las razones y motivos que dificultan salir de ese infierno y denunciar. Los efectos que padecen por el maltrato psicológico las hace pensar que son las causantes de la violencia, luego el aislamiento que le genera social-familiar-laboralmente el golpeador y tras la denuncia, encuentra en la policía y fiscalía una serie de obstáculos que nosotros les indicamos como sortear en las charlas”, indicó, antes de ampliar la situación con las fuerzas policiales: “Tienen una formación vertical, machista, que le pone obstáculos a las mujeres y luego desestiman sus denuncias. Por día hay 300 denuncias de las cuales 280 se archivan, debido a la falta de preparación de la Justicia para accionar en estas cuestiones y segundo la falta de continuidad de la mujer para sostener la denuncia”.
Por suerte, en actualmente en la provincia de Buenos Aires de 135 municipios, 72 ya tienen Comisaría de la Mujer, “que a todas luces es un lugar más contenedor, amigable y adecuado para que se acerquen. Funcionan con equipos interdisciplinarios, con mujeres al frente porque no es lo mismo contárselo a una par que a un policía que no está preparado para escucharla ni contenerla#.
Por otro lado, remarcó que “las organizaciones civiles, el Estado y todos los que trabajamos en estas cuestiones, tenemos que lograr que la mujer no vea echadas a menos sus expectativas tras la realización de la denuncia. Una denuncia realizada y una falta de respuesta, constituyen la peor propaganda porque esa mujer no volverá a denunciar, ni su familia ni ningún allegado”.
Al respecto ejemplificó con la noticia del hombre que metió a su nena en un lavarropas y maltrató a su mujer, caso al que fue convocado a participar: “Estuvimos auscultando y esa mujer había radicado un número importantísimo de denuncias. Además se había estipulado una carátula deficiente: Lesiones y en realidad es Tentativa de Homicidio”.
“Los menores –continuó- son las víctimas colaterales por antonomasia. El golpeador es manipulador y disfruta y goza con el sufrimiento de la mujer, el cual genera con palabras, señas y golpes, pero también pegándole a la criatura. En 2013 más de 300 mujeres murieron por violencia de género y 1300 niños quedaron sin sus mamás. Corroboramos día a día que cuando estamos en la presencia de un violento, no es sólo una decisión de vida, sino una imposibilidad de resolver los conflictos de otra forma, y ese germen está en la familia”.
“En los sectores populares donde más se da esta situación, pero las mujeres de las clases altas también lo sufren, pero no van a denunciar”, indicó y remarcó: “Hay que popularizar los derechos de las mujeres pero no los conoce ni existe, entonces nadie pelea por lo que desconoce”.
La violencia “es multicausal” pero rescata algunos puntos: “Analicemos que vivimos en uno de los países más futboleros del mundo y el Estado no puede garantizar que vayan dos hinchadas a la cancha. A veces el número de policía supera al de asistentes a un partido. Habla de una violencia tremenda, que se traduce a las escuelas, en discusiones de tránsito, barriales, familiares, etc. Y también hay un hecho ineludible del que no se habla: tenemos programas de televisión de consumo masivo donde se cosificó a la mujer de forma terrible. Un chico que desde jardín ve que a una mujer se la forrea, ningunea, toquetea y trata como un pedazo de carne, es lógico y natural que luego no respete a sus compañeras ni mujeres, porque el género pasa a ser una cosa”.
Por último, respecto a los hombres que son víctimas de violencia indicó que se trata del 8 de cada 100 casos. “Me tocó defender a Matías Cuello, cuya mujer lo quemó con agua hirviendo porque un día llegó tarde de jugar al fútbol. Hoy, Florencia Trías purga una condena de 14 años. Pero no es violencia de género como la que sufre la mujer. Hay mujeres que agreden a los hombres, pero no tiene una situación de poder que sí tiene el hombre para con ella. La violencia de género es trompadas, te denigro, te pisoteo, te alejo de los afectos, te reduzco a una cosa, etc. No se denominan violencia de género sino casos de inseguridad puntuales”.