El ex ministro de Trabajo afirmó que no es el momento para debatir cambios en las normas laborales y sostuvo que la propuesta «formaliza la informalidad» en un mercado con casi la mitad de los trabajadores no registrados.
El ex ministro de Trabajo de la Nación Carlos Tomada aseguró que “no es el momento adecuado para tratar una reforma laboral“. Planteó que la situación actual está marcada por la pérdida de empleo y la recesión, y que un cambio legal en estas condiciones “no resuelve los problemas urgentes del mercado laboral”.
En diálogo con Splendid AM 990, el especialista en derecho laboral cuestionó la naturalización del término “reforma laboral” y advirtió que la propuesta podría aumentar la informalidad en un país donde “casi el 50% de los trabajadores son informales”.
Asimismo, afirmó que lo que se intenta es “formalizar la informalidad” al convertir en legales situaciones que antes eran consideradas fraude.
Explicó que, figuras como el contrato de locación de obra o servicios, que antes permitían a un trabajador reclamar sus derechos, ahora, “si vas a reclamar a un juez te dicen que tenés un contrato permitido por la ley”.
El ex ministro también puso en tela de juicio el argumento de que las indemnizaciones son un obstáculo para el empleo, recordando un periodo donde “con la doble indemnización se generaron se duplicó la cantidad de empleo privado registrado”.
Además, desestimó la supuesta “industria del juicio” al citar que, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, sobre 1,5 millones de trabajadores, “solamente el 5% hicieron algún juicio”.
Falsedad histórica y propuestas alternativas
Tomada refutó de forma categórica la creencia popular de que “nadie hizo nada” por el trabajo registrado, asegurando que es “falso”.
Detalló que, entre 2003 y 2015, el trabajo no registrado “bajó al 32%, 18 puntos” gracias a políticas que incluyeron una “fuerte presencia” de la inspección laboral, una herramienta que calificó como fundamental para que las empresas regularicen a sus empleados, ya que, “si no hay temor al riesgo los empresarios hacen lo que quieren”.
El experto señaló que la motivación real detrás de las reformas es recuperar la tasa de ganancia, por lo que “avanzamos sobre la masa salarial”.
Ante esto, planteó la necesidad de buscar políticas laborales a favor de un trabajo más humano que vayan más allá de un texto legal.
Entre sus propuestas, Tomada sugirió la necesidad de retomar un “modelo productivo basado en la industria” y aplicar “mano dura en la evasión” y en la elusión del cumplimiento de las leyes laborales y tributarias.
También propuso un sistema de contribuciones donde la microempresa “prácticamente no pague contribuciones”, prohibir que el Estado contrate monotributistas y que se retome una política de mejora de salarios subiendo el salario mínimo y dejando “libre negociación colectiva”.
Finalizó recordando que la CGT “acaba de sacar una declaración de que no va a negociar ningún tipo de reforma laboral ni la va a aceptar tampoco con quita de derechos”.