TODO UN EJEMPLO DE VIDA: DANIEL FERRERO (“El Dany”)
Era una de las promesas del Club Aldosivi. Tras un robo quedo en una silla de ruedas.
Pero esto no fue obstaculo para su pasion por el deporte. Viene de correr los 100 kilometros en el volcan Lanin.
A`parte de su pasion por el deporte “El Dany” como lo conocen todos es empleado de OSSE Mar del Plata-Batan y un importante colaborador en el Departamento Prensa del Club Atletico Aldosivi.
Daniel Ferrero completó la carrera en su silla de ruedas adaptada en 5 horas 50 minutos. Sueña con competir en un Triatlón, ayudar a quienes estén en su misma situación y busquen iniciarse en un deporte.
Ferrero es un agradecido a la vida y a la gente que lo acompaña: entre ellos agradecio a Carlos Cisneros dirigente nacional de la Asociacion Bancaria y actual diputado nacional y tambien a Vida Amateur, Saenz bicicletas, Fontfreda Hermanos y Fitness shop vio’s
Resilencia es la capacidad que tiene una persona para recuperarse frente a la adversidad y seguir proyectando su futuro. Esa palabra, definitivamente, define a Daniel Ferrero, un ex futbolista de Aldosivi que en 2004 cambió su vida para siempre cuando en un intento de asalto le dispararon, el balazo le afectó a la médula y lo dejó sin poder caminar.
Este deportista nato no bajó los brazos y encontró nuevos desafíos. Con mucho esfuerzo compró una silla de ruedas para hacer ciclismo adaptado y desde ahí no paró. Corrió los 42 kilómetros en la maratón de Mar del Plata y fue por más, los 100 K del Gran Fondo Volcán Lanín en Junín de los Andes. Ahora sueña con completar un Triatlón.
“No me dejaban competir en la maratón de Mar del Plata porque tengo una bici que para lo que es maratón no sirve. Es muy costosa y no la podía costear, una vez que me dejaron, la corrí y me hicieron notas. Al tiempo me llamaron desde Junín de los Andes que habían visto que había hecho los 42 K invitándome al desafío de 100 kilómetros. Fue en noviembre, tuve la oportunidad de entrenar y dije que sí. Me entrené con todo, me llevó tres meses de preparación para este nuevo desafío. La salida era de Junín de los Andes, podía hacer 40 kilómetros pero fui por los 100”, comentó el deportista .
Al llegar, “El Dany” notó que la superficie era muy diferente a lo que él venía entrenado y temió no llegar a la meta. “Cuando llegamos allá me di cuenta que 100 kilómetros de Mar del Plata no son lo mismo que los de allá, la ruta tiene mucha subida y bajada, mucha pendiente. Pero estaba allá y tenía que encarar. Eran 50 kilómetros de ida a 50 de vuelta, llegando al volcán Lanín, rodeando todo el volcán. Increíble estar allá en el medio de la nada rodando con la bici. Había muchísimo viento, subí 1050 metros de altura, se me hizo muy pesado”.
Y agregó: “Iba por el kilómetro 35 y sentía que no daba más, pensé muchas veces tirar la toalla y abandonar pero gracias a Dios pude seguir. En el auto iba mi señora, mi mamá, el marido de mi mamá, y me alentaron todo el camino. De esa manera pude completar los 100 kilómetros en 5 horas 50”.
Además de su familia, lo que lo impulsa a seguir es pensar en otros que estén en su misma situación y ayudarlos a que se conecten con algo que les guste. “Se me pegó un nene, tendría 7 años, la madre me dijo que me cruzaron en la ruta y él preguntó qué hacía, le contaron que era una silla de ruedas y quiso venir a esperarme a la plaza para saludarme. Son cosas super emotivas, ese pensamiento de ese nene y que me diga que me felicitaba no tiene precio. Es emocionante. Me llena y me impulsa a seguir, a pensar que estoy en un camino correcto», sostuvo el ciclista.
Ejemplos como este no abundan y son necesarios para incentivar a aquellos que se sienten desplazados y mostrarle que hay un camino.