REABRIO LA CATEDRAL

De la mano de un estricto protocolo similar al que rige en los comercios, la Catedral de Mar del Plata reabrió este jueves sus puertas para los fieles con horario reducido y solo para entrar a rezar o hacer confesiones “breves”, ya que todavía no fueron permitidas las misas.

La actividad en los templos religiosos fue autorizada esta semana por el Gobierno nacional y en sintonía con esa disposición y el pedido de retomar la actividad con resguardos sanitarios, la Catedral ya implementó un protocolo de ingreso y permanencia.

Al respecto, el cura párroco Ariel Sueiro informó a la prensa que la Catedral permanecerá abierta de lunes a sábados de 10 a 12 y de lunes a viernes de 15 a 17. Asimismo, los domingos se podrá ingresar de 15 a 17. Por el momento, no se permitirá que entren los mayores de 65 años ni las personas en otros grupos de riesgo.

Para ingresar, los fieles -al igual que los sacerdotes- deben cumplir con una serie de medidas preventivas: se exige el uso de barbijo o tapaboca y mantener la distancia, se dispuso doble trapo de piso con lavandina, y un cura ordena el ingreso y aplica alcohol en las manos. Una vez dentro, en varios sectores se repiten los carteles con el mensaje “no tocar”.

Catedral covid 3

“Se va a permitir que la gente entre a rezar, a estar un ratito, a hacer una confesión breve, rápida, pero todavía no podemos celebrar la eucaristía”, aclaró el padre Ariel Sueiro.

La Catedral se encontraba totalmente cerrada desde que se implementó el aislamiento social preventivo y obligatorio. Hace dos semanas se abrieron las rejas y puertas para exhibir la imagen de la Virgen y acercarse a ella, pero hasta ahora no estaba permitido el ingreso al templo.

Otra de las medidas adoptadas consiste en limitar la cantidad de personas que pueden entrar a la vez. En la Catedral se dispuso un máximo de 15 personas. “Si alguien más quiere ingresar, tendrá que esperar afuera y hacer fila como en los negocios”, indicó el cura párroco.

Asimismo, aclaró: “No estamos motivando a que la gente salga de sus casas, porque de hecho pueden rezar en sus casas. Pero sí aquel que viene al centro o sale a hacer un mandado, puede pasar a hacer una oración rápida en el templo. Las personas mayores, más allá de los 65, son de riesgo y no podrán ingresar”.