Sin optimismo para el corto plazo, los empresarios alertaron durante el coloquio que organiza cada año la UIA en Córdoba sobre el freno de las inversiones y advirtieron que se están perdiendo empleos.
«Imaginar que pueda haber inversión hoy es casi un disparate, porque el horizonte es incierto y la inversión necesita previsibilidad», admitió con resignación el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez.
El empresario del plástico pintó el panorama actual en la Argentina que, lejos de sembrar optimismo, genera gran preocupación en el sector por el impacto en la competitividad: falta de inversiones, caída de la actividad económica y del consumo, problemas para acceder al crédito y para importar bienes necesarios para la producción.
Según Méndez, a las dificultades para acceder al crédito se suman algunos casos en que, sin seguros de importación, las empresas que deben traer maquinarias o insumos del exterior se ven obligadas a pagar al contado y por anticipado, precisó durante el coloquio en Córdoba, consigna el diario La Nación.
Por su parte, el presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, dijo que en ese sector las firmas se ven afectadas por luces amarillas que encienden los proveedores: «El que vende posterga su decisión, aunque no quiere decir que después no vaya a vender», señaló a modo de ejemplo sobre los efectos que provoca el actual escenario incierto, acrecentado por la falta de acuerdo con los holdouts.
Para los industriales, la disputa con los acreedores de bonos en default que ganaron el juicio en Nueva York no aclara la percepción de la caída de actividad: «Se agrega un factor de incertidumbre a una coyuntura compleja», evaluó Ercole Felippa, presidente de la UIC y empresario del sector lácteo.
Y remarcó que la producción «está mayormente afectada en ramas como las de autos, autopartes, maquinarias y embalajes, y menos en el rubro alimentario».
Durante el coloquio, los industriales, empresarios y dirigentes gremiales que participaron coincidieron en afirmar que si bien no hay situaciones de despidos masivos, sí reducción de horas, suspensiones, planes de retiro voluntario y desvinculaciones «en forma de goteo».