Según un relevamiento llevado a cabo en 118 comercios locales, se detectaron aumentos entre el 7 y el 12% de incremento.
De acuerdo a un informe elaborado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), en Mar del Plata y Batán no se cumplen los “Precios Máximos” sugeridos por el gobierno nacional en distintos alimentos considerados esenciales.
Se llevó a cabo un relevamiento en 118 comercios de General Pueyrredon, donde se observó que artículos como harina, leche y azúcar, estaban un 7% y 12% de promedio más caro en comercios de barrio.
«Nos interesa poder medir la accesibilidad de los sectores populares a productos que son básicos en el consumo familiar, más aún en este momento de grandes dificultades por la pandemia y el aislamiento social, preventivo y obligatorio”, sostuvo el director del Isepci en Mar del Plata, el abogado Rodrigo Blanco.
La metodología utilizada consta en relevar el producto más barato disponible de cada categoría en cada comercio encuestado, lo que permitirá también medir la variación intermensual de estos productos de aquí en adelante.
Por ejemplo, el precio de la harina supera en un 11% al fijado como máximo por el gobierno para esta región del país, la leche en un 6,8% y el azúcar en un 12%, siendo todos productos esenciales para la alimentación familiar.
“Es fuerte el impacto de la pandemia del coronavirus porque el salto respecto del semestre anterior es altísimo: la indigencia se duplicó. La información que provee el Indec, además, muestra el avance implacable de la pobreza y la indigencia en los últimos dos años. Desde el primer semestre de 2018 a igual período del 2020, el porcentaje de argentinos pobres aumentó 13,6 puntos -de 27,3 a 40,9- y el de indigentes subió 5,6 puntos, de 4,9 a 10,5”, precisó.
Para el director del Isepci, la batería de medidas en pandemia de ayuda por parte del estado nacional, como la tarjeta Alimentar, los bonos extraordinarios a destinatarios de la AUH, a los jubilados y asalariados con remuneración mínima, la prohibición de despidos, el IFE, el ATP, los créditos blandos para las PYMES, el incremento de la provisión de alimentos para los barrios populares, y otros similares, sin posibilidades de recurrir al financiamiento externo o interno por la deuda heredada, “fueron y son insuficientes”.
“Esto es válido no sólo para nuestro país, sino que viene sucediendo en el mundo. Los informes de los organismos internacionales explicitan un crecimiento de la pobreza en todos los países, independientemente de sus niveles de desarrollo. La profundización de los niveles de inequidad será una de los resultados más relevantes de esta pandemia. Pero estas condiciones que hablan de un contexto muy desfavorable, no debe ser excusa para que el gobierno no tome nota de que no sólo hay más pobres en el país, sino que el hambre no dejó de avanzar en los últimos meses”, argumentó Blanco.
“Se autorizan nuevas subas en los precios máximos de todos los productos esenciales, en especial de los alimentos, y se hace la vista gorda a los brutales aumentos de los medicamentos”, finalizó.