Ante el posible uso de las instalaciones de la exEscuela de Infantería de Marina por parte de personal de la Policía Federal, desde el Frente Para la Victoria se mostraron totalmente en contra de la decisión por parte de las autoridades de las fuerzas. «Es algo provocador para los familiares de aquellas personas que fueron víctimas de las torturas y asesinatos allí cometidos», reflexionó la concejala Marina Santoro y agregó que el predio del Faro «es un espacio para la memoria».
Durante años fue una zona abandonada. Más tarde, reutilizada por las fuerzas de seguridad y por mucho tiempo, parte del complejo del oceanario. No muchos sabían lo que sucedía en la edificación contigua a uno de los símbolos de la ciudad, como lo es el Faro, hasta que fue señalada como Sitio de la Memoria y “lugar histórico nacional».
Hoy, se conoció a posibilidad de instalación de la sede operativa de la Policía Federal, en ese mismo predio de la exEscuela de Infantería de Marina, y desde el bloque de concejales del Frente Para la Victoria local presentaron una resolución para repudiarlo.
«Es sabido que la zona del Faro de Mar del Plata, (en el límite de las playas de Punta Mogotes y el sector sur), fue un centro clandestino de detención durante la dictadura cívico-militar. Esta idea es algo provocador para los familiares de aquellas personas que fueron víctimas de las torturas y asesinatos allí cometidos», indicó la edil Marina Santoro.
«La puesta en marcha del proyecto «Faro de la Memoria» permitió visibilizar lo que ocurrió en el ExEsim y trabajaron muchos actores para lograr que el sitio sea señalizado para que todos sepan lo que sucedió», manifestó y recordó la Ley Nacional N.º 26.691 que declara Sitios de Memoria del Terrorismo de Estado a los lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención (CCD), tortura y exterminio o donde sucedieron hechos aberrantes del accionar de la represión ilegal desarrollada en el país hasta el 10 de diciembre de 1983 y la Ley Nº 27127 declaró al predio del Faro Punta Mogotes como “lugar histórico nacional” tanto por el valor patrimonial del propio Faro, como por su funcionamiento como Centro Clandestino de Detención durante la última dictadura.
Además, en el proyecto de repudio se indica que «esta zona sirve, no sólo para recordar a las víctimas del golpe de estado, sino para poder realizar actividades culturales y recreativas donde la comunidad pueda participar y proyectar su futuro pero siempre teniendo en cuenta su memoria, y no para desarrollar actividades bélicas que puedan relacionarse con hechos sucedidos durante la última dictadura cívico-militar».