El atleta marplatense finalizó la competencia de los Juegos Olímpicos en 2 horas, 18 minutos y 44 segundos. El ganador fue el keniata Eliud Kipchoge, que llegó diez minutos antes.
El atleta marplatense Mariano Mastromarino se clasificó en el puesto 53 del maratón masculino de los Juegos Olímpicos Río 2016, con un tiempo de dos horas, 18 minutos, 44 segundos y una diferencia exacta de diez minutos respecto del keniata Eliud Kipchoge, ganador de la medalla dorada. El etíope Feyisa Lilesa, el que más tiempo aguantó junto a él, hasta el km 35, se consoló con la medalla de plata, a 1:10 minutos del ganador, y el estadounidense Galen Rupp, que siete días antes había sido quinto en la final de 10.000, subió al podio como tercero, a 1:21.
El maratón masculino, última prueba de atletismo en los Juegos, comenzó a las 9.30 horas en el Sambódromo con 155 corredores en la salida, la participación más alta de la historia olímpica.
El reconocido atleta de Mar del Plata llegó a Río tras obtener el bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, ser el ganador del Maratón de Buenos Aires y de lograr una buena performance en el Maratón de Valencia, marca que le permitió clasificar a este certamen.
El pelotón, con Kipchoge, a la cabeza, partió bajo la lluvia, con una humedad del 94 por ciento y una temperatura de 22 grados, para dar tres vueltas a un circuito de 10 km y el trayecto restante por lugares emblemáticos de la ciudad.
Después de ganar en Rotterdam 2004, Kipchoge, de 31 años, se había impuesto en cuatro “majors” consecutivos: Chicago 2014, Londres y Berlín el año pasado y Londres este año, con la mejor marca de la presente temporada (2h03:05). Con sólo 18 fue campeón mundial de 5.000 metros en París 2003, batiendo a dos grandes, el marroquí Hicham El Guerrouj y el etíope Kenenisa Bekele.
Entre los candidatos al podio estaban también sus compatriotas Stanley Biwott, segundo en Londres este año con 2h03:51, y Wesley Korir y los etíopes Tesfaye Abera y Lemi Berhanu, campeón y subcampeón en Dubai en enero pasado, así como Feyisa Lilesa, vencedor en Tokio este año.
El ugandés Stephen Kiprotich, defensor del título olímpico después de haber sido sólo cuarto este año en Tokio con 2h07:46, y el actual campeón del mundo, el eritreo Ghirmay Ghebreslassie, cuarto en Londres en abril pasado con 2:07:46, también competían por las medallas.
Por estar en casa, también contaba entre los favoritos el brasileño Marilson Dos Santos, dos veces campeón en Nueva York.
Por el km 10 (31:08), con el eritreo Ghirmay Ghebreslassie en cabeza, unos 60 corredores formaban todavía el grupo delantero en un margen de 10 segundos. El km 20 se pasó en 1h02:27 y el medio maratón en 1h05:55, con Wesley Korir al frente de un paquete todavía con media centenar de corredores.
Cuando en el km 24 se puso al frente el etíope Lemi Berhanu, ganador en Boston este año, el grupo fue perdiendo unidades. Kipchoge dejaba hacer junto a su compatriota Stanley Biwott, que en abril le secundó en Londres con una gran marca de 2h03.51. Al paso por el 30 (1h33:15) sólo quedaban once arriba.
Kipchoge se despojó de la gorra blanca con la que se cubrió durante 30 km y empezó a colaborar con Berhanu. Sólo un segundo etíope, Feyisa Lilesa, y el estadounidense Galen Rupp, subcampeón olímpico de 10.000 en 2012, aguantaron con ellos.
Cuando Kipchoge se puso serio, Berhanu cedió inmediatamente (km 33) y la lucha por el triunfo se redujo a tres. Un kilómetro después, Rupp, miembro del grupo de Alberto Salazar y compañero de Mo Farah, arrojó la toalla, y en el 35 el keniano, con el rostro totalmente sereno, hizo gestos a Lilesa, que iba ya al límite, como diciendo: “aquí te quedas, que yo me voy”.
En efecto, Kipchoge, con cinco kilómetros por delante, se fue alejando con su rodar acompasado, poderoso, inalcanzable, para obtener su octavo triunfo en nueve maratones.
Los puestos de medalla no cambiaron, pese a que Galen Rupp se acercó mucho a Lelisa. El defensor del título, Kiprotich, llegó decimocuarto en 2h13:32.