«LAS FELICITO DE CORAZON POR EL SERVICIO QUE PRESTAN»

 

 

Monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, presidió la eucaristía con motivo del 50° anviersario del voluntariado de las Damas Rosadas. Gran cantidad de mujeres con sus distintivos guardapolvos rosas, “vistieron” el templo de la parroquia Asunción de la Santísima Virgen, que está en el mismo predio del Hospital Materno Infantil. Se hicieron presentes también María del Carmen Alvarez Argüelles y Lidia, de la comisión directiva de FUNDAMI, quienes junto a otros miembros de Cáritas y de pastoral de la salud de la mencionada parroquia, entregaron al un recordatorio a las Damas Rosadas.

 

Durante la homilía, monseñor Mestre destacó, “la providencia quiso que estuviera como obispo celebrando las bodas de oro de las Damas Rosadas. Qué lindo poder celebrar esta misa con el texto bíblico que compartimos en el que aparece la parábola del servidor, en el cual Jesús que nos habla del servidor trasladándolo a aquel que tiene que servir como discípulo del Señor y del evangelio en la realidad de la vida. Lo lindo de hoy es que no tengo que animarlas a que lo hagan, sino al contrario, en esta celebración damos gracias y les doy las gracias a ustedes por el servicio que realizan en el Hospital Materno y en el Interzonal, asumen claramente la vocación de ser servidoras. El texto en la lengua original dice “esclavo” y esto de servir a los enfermos, niños, adultos, consiste en asumir la actitud de Jesús, servidor, y esclavo que se entrega al hermano lo está necesitando. Qué lindo tener este texto como horizonte de la acción de gracias para celebrar este día”.

 

“Mujeres servidoras, esclavas, de las mujeres y niños adultos que están sufriendo; lo hacen desde una perspectiva desinteresada y voluntaria, muchas son católicas pero no todas porque este no es un voluntariado de la Iglesia, sino laico pero siempre, gracias a Dios, ha trabajado en comunión con la Iglesia. Qué lindo testimonio que trabajen así junto a los párrocos. El servicio no solamente se da en el compromiso con el hermano o la familia que lo necesite, sino en el deseo de querer trabajar en equipo y extender la tarea a otros horizontes”, manifestó el pastor de la Iglesia Católica de Mar del Plata.

 

Finalmente el obispo expresó, “no me queda más que felicitarlas de corazón por el servicio que a lo largo de estos 50 años prestan en el voluntariado. A muchas las conozco de chicas, a otras no tanto, pero las animo a que puedan continuar adelante y que puedan estimular a otras hermanas para seguir adelante. Es un orgullo para mí como obispo, tener la gracia y el honor, que me hayan permitido presidir esta eucaristía y les damos gracias a ustedes por el tiempo, la generosidad y la energía que ponen en el servicio de vivir en profundidad en el voluntariado de las Damas Rosadas”.