Intendentes bonaerenses coinciden en poner un tope de 25 por ciento de aumento salarial

Los jefes comunales de la provincia de Buenos Aires iniciarán en breve las negociaciones paritarias en sus distritos y realizarían esa propuesta, en al menos dos tramos.

A la espera de la definición de la paritaria nacional docente, que sentará un precedente para el resto de las discusiones salariales, los intendentes de la provincia de Buenos Aires ya mostraron su preocupación por los elevados índices de inflación y coincidieron en intentar sellar mejoras de los haberes de hasta el 25 por ciento.

Es que la economía de los municipios depende de la variación de los ingresos propios, que en promedio aumentaron entre el 23 y 25 por ciento. En este marco, añade, que los jefes comunales del Frente Renovador dialogan constantemente para diseñar «estrategias conjuntas y establecer porcentajes similares», respetando la particularidad de cada municipio.

En el kirchnerismo la situación se repite y los porcentajes tampoco se alejan de la negociación salarial con los docentes iniciada a nivel nacional, en línea con las pretensiones de la Casa Rosada, que hasta ahora se están viendo truncadas por los gremios.

Por ahora, y en busca de contener los reclamos de los empleados públicos tras la fuerte devaluación de enero del peso y la disparada de los precios, algunos mandatarios comunales ya optaron por otorgar sumas fijas no remunerativas de $ 800 y pagar en un sólo tramo la asistencia escolar por un valor cercano a los $ 1.500.

«Nuestro límite es el bolsillo del contribuyente, ahí no podemos ajustar», confió un intendente de la Tercera Sección electoral de la provincia de Buenos Aires.

El salario básico municipal varía según la localidad. Hay sueldos que no superan los $ 1.500 y los más elevados que llegan a $ 4.100. Algunos intendentes avanzaron en mejorar el haber mínimo en los casos en que se encontraban por debajo de la media.