Historia de la Psicología, los aportes de la ciencia marplatense

El estudio de la historia y filosofía de la Psicología llevó al investigador del INHUS, Catriel Fierro, a publicar varios trabajos y recibir múltiples reconocimientos por sus aportes, que lo convierten en un referente en la temática.

Catriel Fierro es graduado en Psicología y Diplomado en Historia del Psicoanálisis e integrante del Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (INHUS, CONICET-UNMDP). Dedica su investigación a profundizar en las raíces de la investigación científica en psicoterapia. En este campo el especialista ha sido reconocido por múltiples galardones, entre los que se encuentran el reconocimiento del Forum for History of Human Science, la asignación de una beca Fullbright y el premio Rodrigo Bellido de la Sociedad Interamericana de Psicología.

El trabajo de investigación “Una cosa supuestamente objetiva que nunca volveré a usar: Carl Rogers y la tradición de las pruebas de asociación de palabras en la investigación del ajuste emocional (1898-1927)” fue seleccionado por el Forum for History of Human Science, que reconoce a los mejores trabajos inéditos de investigación desarrollados por jóvenes investigadores. Este material además se publica en la revista científica especializada History of Science Society el Journal of the History of the Behavioral Sciences.

El investigador explica que Carl Rogers es muy relevante en la psicología clínica y la psicoterapia del siglo XX por varias razones, vinculadas con la contribución que realizó en pos de la profesionalización de la psicología clínica, que incluyen el inicio de la investigación científica en psicoterapia. Rogers fue el principal autor que en la década del 40 propuso una terapia novedosa que se diferenciaba de la psicoanalítica y la conductual, que eran las más difundidas y utilizadas. “Hasta el momento la psicología era el psicoanálisis de diván y estudios básicos experimentales en animales. Rogers introdujo otro tipo de psicología básica y aplicada: la clínica. Y a partir de allí, propuso una teoría básica sobre la personalidad y los cambios de ésta”, añade el especialista.

En el trabajo el autor desentraña la relación entre teoría y práctica experimental, ejemplificando cómo ubicar mejor ambas en el contexto intelectual, institucional y cultural de la ciencia. Y lo hace a partir de fuentes primarias que no habían sido exploradas previamente.

“Poder publicar en esta revista le da un sello de calidad al trabajo y en lo personal esto es muy gratificante porque aumenta la visibilidad del proyecto, pero también del lugar en el que se lleva a cabo: hablamos del INHUS, que se encuentra en Mar del Plata y depende del CONICET y de la Universidad Nacional de Mar del Plata, y eso es importante para mí. El premio permite fortalecer los lazos internacionales y la inserción de nuestros grupos de investigación. Nos permite sentarnos en las mesas internacionales donde se discuten estos temas”, resalta Fierro.

Además, obtuvo una de las veinticuatro becas que otorgó el CONICET en conjunto con el J. William Fulbright Foreign Scholarship Board de la Oficina de Asuntos Culturales y Educativos de Estados Unidos en todo el país. Estole permitió viajar al Cummings Center for the History of Psychology de la Universidad de Akron en Ohio. El Cummings Center es un centro multimedia que funciona como institución educativa, museo y archivo histórico con cientos de colecciones documentales sobre la historia de la Psicología, en especial la de Estados Unidos y allí pudo trabajar con la Dra. Cathy Faye, especialista en historia y archivos de historia de la psicología.

En el Cummings Center for the History of Psychology Fierro pudo consultar material audiovisual, aparatos históricos y más de veinte colecciones documentales con fuentes primarias vinculadas directamente a su proyecto de investigación: la profesionalización de la psicología clínica. El psicólogo indaga sobre el rol de las escuelas del sistema público norteamericano en la profesionalización de la psicología clínica. Para eso analizó en especial los archivos de Leta Hollingworth, que fue directora de tesis de Carl Rogers, de John Wallin, uno de los psicólogos clínicos más prolíficos, que fundó una docena de clínicas y fue uno de los fundadores de la primera Asociación Profesional de Psicólogos Clínicos y de Henry Goddard, quien aportó la aplicación de evaluaciones, traídas de Francia, que fue característico de la disciplina en los primeros años.

“Investigo de qué formas, quiénes y mediante qué demandas y recursos las escuelas públicas, con sus necesidades, déficit y problemas propios, generaron la clientela a los primeros psicólogos clínicos. El material para poder conocer los detalles de este proceso va desde la correspondencia privada de estos autores, documentos que escribían pero no publicaban, e incluso registros que garabateban para sí mismos para no olvidarse”, añade el especialista.

Además, Fierro fue reconocido con el premio Rodrigo Bellido, otorgado por el grupo de trabajo de Historia de Psicología de la Sociedad Interamericana de Psicología, que es la más antigua de la región y nuclea a todas las américas. La organización otorga varios premios, pero en el caso de Fierro el reconocimiento fue en la categoría mejor trabajo inédito sobre historia de la Psicología para profesionales que están en las primeras instancias de la carrera científica.

El trabajo recupera la historia de las dos primeras asistentes de quien es considerado el primer psicólogo clínico de la historia Lightner Witmer, quien acuñó los términos psicología clínica y clínica psicológica. Fierro indica que la bibliografía cuenta que Witmer creó la psicología clínica a partir de demandas sociales, pero que las mismas fuentes apenas nombran a dos asistentes, que habrían sido quienes le acercaron al especialista los primeros casos clínicos: Mary Marvin y Margaret Maguire.

“Witmer no crea la clínica psicología de la nada, estuvo años evaluando niños con problemas de aprendizaje, niños que las maestras no saben por qué no aprenden, pero en el relato de la época se planteaba que las maestras no tenían la formación necesaria para poder lidiar con estos niños y entonces acudieron al departamento de Psicología de la universidad más cercana para que el especialista pudiera dar con una solución”, asevera Fierro. Al profundizar en la historia de las docentes y teniendo en cuenta que para desarrollar ese trabajo tenían que tener una amplia formación profesional, si recurrían a un especialista de la Psicología era porque sabían que la disciplina estaba empezando a estudiar cómo se aprende, cuáles son los distintos modos de aprender, cómo lidiar con los niños que no se adecuaban al modelo normal de aprendizaje.

El trabajo premiado ubica biográfica e institucionalmente a las dos especialistas, recupera quiénes eran, en qué año nacieron y murieron, datos que eran ignorados previamente. Además, contextualiza la historia de las docentes con la crisis sobre la profesión en Estados Unidos entre 1880 y 1910, que se enfrentó a un gran crecimiento en términos de cantidad de estudiantes, duración del año lectivo, cantidad de escuelas, cambio del currículum, migración, niños que no hablaban el idioma, niños con evidentes retrasos mentales que compartían aulas con niños “normales”.

Fierro encontró que después de la creación de la primera clínica psicológica hubo un “boom” del sistema educativo norteamericano y las docentes eran las más atacadas en el ámbito laboral dentro de un sistema que recibía las consecuencias negativas de todos los cambios. “Evalué doce variables que muestran cómo los docentes estaban cada vez más demandados, que coincide con el surgimiento de estudios sobre la salud mental de los docentes, estudios epidemiológicos y estadísticos sobre licencias por salud mental, que iban desde el deterioro hasta el quiebre total”, añade el especialista.

“Me da mucho orgullo que desde Latinoamérica y en especial desde Argentina se esté produciendo a nivel de otras universidades que tienen departamentos específicos de historia de la ciencia, porque a veces es difícil competir con ellos, que tienen más financiamiento. Siento que más allá del trabajo individual es importante a nivel simbólico y estratégico que haya cada vez más latinos en esta temática”, concluyó el investigador.

Por Daniela Garanzini para el CONICET Mar del Plata