Desde el Bloque de Unión por la Patria venimos diciendo hace años —sí, años— que el sistema de fotomultas en Mar del Plata nació mal. Sin licitación, sin control, sin pasar por el Concejo Deliberante. ¿El resultado? Menos del 24% para el Municipio. ¿El resto? Va para una fundación.
No lo decimos nosotros solos. Lo dice la Justicia Federal, que ya allanó universidades, empresas y municipios. También lo dice el municipio de San Isidro, que suspendió por 180 días el mismo sistema por considerarlo “opaco”. Lo dicen los datos oficiales: la Fundación UNSAM se queda con un 56% de lo que recaudan las fotomultas en General Pueyrredon. Un poco mucho, ¿o no?
En enero presentamos un pedido de informes sobre un presunto allanamiento a oficinas municipales por esta causa. Cuatro meses después, no hay ni una respuesta. Nada. Silencio.
Fotomultas no es un sistema de seguridad vial, es un sistema de recaudación. Y como todo lo que nace mal, termina peor.
Por eso, hoy volvemos a insistir y pedimos:
1. La suspensión inmediata por 180 días del sistema de fotomultas en General Pueyrredon.
2. Que Guillermo Montenegro rinda cuentas. Que diga cuánto se recaudó, quién cobró, cuánto cobró y qué hicieron con esa plata.
Y que quede claro: mientras pedimos que se revise este sistema turbio y poco transparente, queremos seguir cuidando a los marplatenses. Por eso exigimos operativos viales en distintos puntos de la ciudad.