Cambios en la Policía de Mar del Plata tras la visita del jefe bonaerense Javier Villar
El Comisario General dispuso modificaciones clave, como el refuerzo de personal en comisarías, para atender reclamos vecinales y mejorar la operatividad de la fuerza en medio de una ola delictiva que preocupa a la ciudad.
Tras la visita la semana pasada del jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Comisario General Javier Carlos Villar, se anunciaron cambios significativos en el funcionamiento de la fuerza en Mar del Plata. La visita, que incluyó recorridas por dependencias policiales y reuniones con autoridades de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI), tuvo como objetivo analizar las estrategias de seguridad y recoger demandas de la comunidad.
Según pudo saber LoQuePasa.net, entre las primeras medidas adoptadas, se resolvió destinar oficiales del Comando de Patrullas a las comisarías. Esta decisión responde a un reclamo histórico de vecinos y fomentistas, quienes habían señalado la falta de atención en las dependencias y la pérdida del contacto directo con los jefes policiales de cada jurisdicción.
Con el regreso de oficiales a las comisarías, se busca garantizar la recepción de denuncias y fortalecer la relación con la comunidad barrial. Según fuentes policiales, esta medida es solo el inicio de una serie de cambios orientados a optimizar el desempeño de la fuerza en la ciudad.
Esta valido recordar que el actual jefe de la Departamental de Policía, Luis Senra, quien asumió tras la detención de los exjefes José Segovia y Claudio Pontoriero, implicados en graves irregularidades, dispuso centralizar las llamadas de emergencia al 911 bajo el Comando de Patrullas, dividiendo la ciudad en 60 zonas con móviles asignados a cada área. Esta estructura buscó mejorar los tiempos de respuesta y optimizar el control territorial, aunque también ha generado críticas por el desbalance en la operatividad de las comisarías.
Un contexto de tensión y reclamos vecinales
La llegada de Villar a Mar del Plata no fue casual. En lo que va del año, la ciudad ha registrado más de 30 homicidios dolosos, además de un preocupante incremento en hechos delictivos. Esta situación ha generado constantes reclamos de los vecinos, quienes exigen respuestas tanto al gobernador Axel Kicillof como al intendente Guillermo Montenegro.