Hallaron culpables a tres policías por detención ilegal y vejaciones

Lo decidió así el jurado popular por los hechos ocurridos en jurisdicción de la comisaría sexta en septiembre de 2022. Se descartó el delito de torturas, pese a que existió un simulacro de fusilamiento.

Los policías Ariel Estévez Pitrau, Sandra Vanesa Cano y Jonathan Cabrera fueron hallados culpables del delito de detención funcional ilegal y vejaciones en perjuicio de dos adolescentes durante un operativo en 2022.

El jurado popular se inclinó por esa figura y no por las torturas, tal como lo habían solicitado la fiscalía y los querellantes.

El veredicto se conoció después de toda una tarde de instrucciones y deliberación, cuando el juez Roberto Falcone del Tribunal N° 2 ordenó al jurado a pronunciarse, Poco antes el fiscal Luis Ferreyra, y los demás querellantes (Romina Merino en representación de la Subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense; Augusto Infante por la Comisión Provincial por la Memoria y Fernanda Saumell, la integrante del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, en representación de las víctimas), habían solicitado que se los condenara por torturas.

En los próximos días se conocerá el monto de pena, en una audiencia de cesura, y se especula que podría ser de 5 años de prisión o, en caso de que se defina el concurso real, se duplicaría.

Los hechos imputados ocurrieron el 17 de septiembre de 2022 a las 22, cuando un móvil de la comisaría sexta en el que se hallaban Cabrera y Estigarribia interceptó a dos adolescentes, de 14 y 16 años, en Beruti al 9100. Uno de los adolescentes había tenido un entredicho en la mañana con Cabrera, a quien había insultado y le había reprochado tener un “compañero preso”, además de amenazarlo con “cagar a tiros”. Al verlo, Cabrera decidió frenar el patrullero e identificarlo. A los pocos minutos arribó el otro móvil con Estévez y Cano, quienes no solo se sumaron al maltrato que ya había ya iniciado Cabrera, sino que aumentaron la violencia.

Entre amenazas y golpes los policías esposaron a los adolescentes y los trasladaron hasta un descampado de Strobel al 10500 donde los obligaron a bajar. Una vez quitadas las esposas, los policías hicieron arrodillar a los dos menores y los amenazaron con las armas. “Pedí perdón”, le exigieron al menor de ellos, quien respondió: “Perdóneme me equivoqué, yo estoy yendo a rehabilitación”. Según lo relatado por la policía y por los propios menores, la oficial Cano volvió a amenazarlos y les habría dicho: “¿Sabés cómo terminan los chicos como vos? Muertos por las drogas o por nosotros”.

La violenta secuencia prosiguió cuando uno de los policías gatilló varias veces su arma al tiempo que decía “escuchá lo que le hacemos a tu amiguito, esto te va a pasar a vos”. Luego les ordenaron a los dos menores que corrieran, pero éstos se negaron porque “les iban a tirar”. Los policías se reían y uno de ellos, Estévez, cargó su escopeta y los obligó a irse corriendo. “Tienen tres segundos, tres, dos… uno”, mientras disparaba al piso el arma anti-tumultos en tres ocasiones.

La acusación insistió en que los relatos de las víctimas eran coincidentes, lo que resaltó la verosimilitud en los testimonios, ya que coincidieron los tramos generales de tiempo, modo y lugar, además de cuestiones de detalles, como expresiones que habrían realizado los imputados y las circunstancias.

“Ahora van a ver cómo los matamos” . “Los que mandamos somos nosotros“. “Me parece que te vamos a matar acá”. Estas son otras frases que las víctimas, cada uno en sus relatos en sede judicial, aseguraron que los policías les decían.