Taxistas piden reducir una de las tasas más caras: la transferencia de licencias

Cuatro entidades que agrupan a trabajadores del taxi en Mar del Plata reclamaron ante el Concejo Deliberante una baja en el costo de la transferencia de titularidad de licencias. Aseguran que la tasa es excesiva y que las plataformas digitales, que compiten de forma ilegal, no enfrentan las mismas exigencias.

 

En un contexto de crisis económica y competencia desigual, el sector taxista de Mar del Plata pidió al Concejo Deliberante una medida concreta: reducir el valor de la tasa que se cobra por las transferencias de titularidad en las licencias de taxi. La solicitud fue presentada por la Sociedad de Conductores de Taxis, la Federación Nacional de Conductores de Taxis, la cooperativa Taxicoop y la Asociación Marplatense de Taxis y Afines (AMTAP).

 

Los referentes de estas entidades argumentaron que la mencionada tasa —una de las más altas del esquema impositivo que enfrentan para poder trabajar legalmente— se actualizó el pasado 1° de abril a partir de la ordenanza 26.568, y hoy representa una carga económica muy difícil de afrontar. Según los nuevos valores, los montos oscilan desde $1.366.165 para una transferencia entre padre e hijo con vehículo 0km, hasta $3.415.368 en los casos más comunes, como el traspaso entre particulares con un auto usado.

 

“Esta tasa se suma a otros costos ineludibles como el ploteado del vehículo, el pintado, la colocación del reloj, el sistema de GPS y el tapizado, sin los cuales no podemos brindar el servicio”, señalaron los representantes del sector en la nota presentada al Concejo. En ese sentido, remarcaron que se trata de un gasto “que no deben afrontar las plataformas internacionales que operan en la ciudad pese a estar expresamente prohibidas por la ordenanza 23.928”.

 

Los taxistas marplatenses advirtieron que el impacto negativo de aplicaciones como Uber o Cabify, sumado a la caída general de la actividad por la crisis económica, está golpeando con fuerza al transporte legal. “Estamos en una situación crítica. El pedido busca aliviar una de las principales barreras económicas para poner un taxi en la calle, en un momento donde la rentabilidad está completamente deteriorada”, aseguraron.

 

Como ejemplo, citaron que en ciudades como Rosario y San Luis ya se adoptaron medidas similares, eximiendo por completo del pago de esta tasa, lo que representó un alivio fiscal importante para los trabajadores del volante.

 

Ahora, el reclamo quedó en manos del cuerpo legislativo local, que deberá evaluar si da curso al pedido del sector o mantiene el esquema actual. El debate se suma a otros ya abiertos en torno a la regulación del transporte urbano, la competencia entre modelos tradicionales y plataformas digitales, y el costo de las habilitaciones municipales. Mientras tanto, los taxistas insisten: “No pedimos privilegios, pedimos condiciones mínimas para poder seguir trabajando”.