CENTRALES SINDICALES: «NO AL AUMENTO DEL BOLETO»

La CGT y las dos CTA realizaron una conferencia de prensa donde aseguraron que se trata de un nuevo golpe al bolsillo de los trabajadores. “Durante la gestión del intendente Montenegro, el boleto aumentó más del 300”, señaló la dirigente Adriana Donzelli.

Las CGT Regional Mar del Plata, CTE Autónoma y la CTA de los Trabajadores, llevaron adelante una conferencia de prensa en las puertas del palacio municipal para expresar su rechazo al aumento del boleto que impulsa el gobierno municipal.

 

“Las centrales de trabajadores rechazamos el aumento que el gobierno municipal quiere aplicar al boleto del transporte público. Hace un año la tarifa costaba $35,24. Llevar la tarifa plana, que ya había aumentado en junio y septiembre, a $74,38 implica un aumento del 100 % con respecto al año pasado. Esto es el doble de la inflación acumulada, el doble de los aumentos salariales alcanzados en promedio en los distintos sectores de actividad, tanto pública como privada”, señaló la secretaria Adjunta de la CGT, Adriana Donzelli.

 

Al respecto agregó que “durante la gestión del intendente Montenegro el boleto aumentó más del 300%. En los 6 años de la gestión de Cambiemos, lleva acumulada una suba del 1000 %. No hay forma de explicar este sacudón al bolsillo de la gente si tenemos en cuenta la inexistencia de mejoras o de obras que expliquen semejante nivel de incremento”, agregó.

 

“Al impacto económico que este aumento representa en detrimento de la economía de la población, se suma al hecho innegable de que no hay un plan de transporte serio para la ciudad. No se puede adjudicar, semejante incremento, a las mejoras en el servicio. Por el contrario, el transporte sigue siendo igual de deficiente que hace 15 años. Es claro que no hay una planificación de ciudad”, remarcó una de las referentes de la CGT.

 

Finalmente, las tres centrales sindicales reafirmaron que “es imprescindible que la gestión de gobierno de Mar del Plata y Batán tome el problema del transporte como una de las prioridades ya que su actual estado implica un deterioro en la vida de nuestra población, sobre todo de la clase trabajadora y los sectores más vulnerables, que son los más sufren tener que afrontar el costo desmedido de un servicio francamente deficiente”.