La huelga fue convocada por el gremio ATE y comenzó el lunes en todas las dependencias del organismo estatal. Trabajo dictó la conciliación obligatoria.
Trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) iniciaron el lunes un paro nacional por diez días en reclamo de aumentos salariales, a pesar del período de conciliación obligatoria que dictó el ministerio de Trabajo de la Nación.
Desde ATE señalaron que “no se ha dado respuesta a los reclamos que exigimos desde principios de este año –con el agravante de que el patético aumento del 27% en cuotas resulta insuficiente–, una respuesta de las autoridades con clara demostración de voluntad política para solucionar los conflictos podría ayudar a descomprimir una situación que se está tornando insostenible”.
La ATE-SENASA indicó que los «puntos pendientes y de resolución urgente» son la apertura de la paritaria sectorial, aumento salarial del 40% y la aprobación del pago de suplemento por zona y mayor dedicación funcional para los empleados contratados.
Además, exigen el pase a planta permanente de todos los trabajadores, la implementación de la banda horaria de Barreras Sanitarias, el 82% móvil jubilatorio para todos los trabajadores del Organismo y terminar con la precarización laboral y la privatización de las funciones indelegables del Estado Nacional, entre otros puntos.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo de la Nación dictó la conciliación obligatoria por 15 días, a partir del 3 de julio. Además, la Disposición Nº 13 de la Dirección de Análisis Laboral del Sector Público (DALSP) intimó a la entidad sindical “a dejar sin efecto (…) toda medida de acción directa” y al Senasa a “abstenerse de tomar represalias” contra el personal en relación al diferendo durante el mencionado lapso de 15 días.
Asimismo la DALSP citó a las partes a una audiencia el próximo viernes 10 de julio a las 11 horas en su sede de Leandro N. Alem 628 3 Piso, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Trabajo exhortó “a las partes en conflicto a mantener la mejor predisposición y apertura para negociar los temas sobre los cuales mantienen diferencias y contribuir, de esa manera, a la paz social y a mejorar el marco de las relaciones laborales