Criticas al Secretario de Cultura

Tras las críticas de artistas y artesanos, el Concejo le planteó los reclamos al secretario de Cultura municipal.
Así lo comunicó la Presidenta de la Comisión de Educación y Cultura del Concejo Deliberante, Verónica Lagos. “Pedimos respuestas eficaces a los pedidos de informe”, dijo.

El Concejo Deliberante reunió los distintos reclamos de artistas y artesanos y le trasladó las inquietudes al secretario de Cultura municipal, Carlos Balmaceda.

 

“Cuando no se encuentran las respuestas del Ejecutivo, empiezan a comunicarse al Concejo. Le trasladé algunas de las quejas que fui recibiendo. Hay expedientes que hacen referencia a lo mismo. Falta de respuestas eficaces a los pedidos de informes. No se profundizaron las cuestiones de fondo”, señaló  la Presidenta de la Comisión de Educación y Cultura del Concejo Deliberante, Verónica Lagos.

 

“El secretario se comunicó conmigo y algunos de los planteos se los pude acercar”, indicó la concejal, quien enumeró distintos planteos. La asistencia económica y el regreso paulatino de las obras, y la situación de la feria de los artesanos fueron algunos de los temas.

 

“Hay un temor de que la Feria de Artesanos pase al área de Producción. Viven momentos de zozobra, pero también fueron planteados la situación de músicos, teatristas, y otros rubros”, agregó Lagos, quien destacó: “Tratamos de canalizar lo que podemos dando cuenta las notas que nos acercan”.

 

En los últimos días, artistas de Mar del Plata aseguraron que desde el inicio de la pandemia no son escuchados por parte del secretario de Cultura, Carlos Balmaceda, y el intendente Guillermo Montenegro.

 

Paula Esteve, teatrista independiente, expresó: “A principios de la pandemia se le presentó un escrito al secretario de Cultura para que atienda nuestras necesidades. En ese momento eran algunas necesidades y ahora son otras mucho más graves. La idea era atender a los compañeros que necesitaran asistencia económica y declarar la emergencia cultural y asegurar la apertura de los centros culturales con protocolos. Fue la única vez que fuimos atendidos”.

 

“Tuvimos muy pocas respuestas. La situación se agravó. Estamos hace seis meses sin trabajar y sin ingresos. La única asistencia que reciben es de sus propios compañeros”, señaló.