Cuando lo común era la tristeza de ver un compañero o una compañera perder su puesto de trabajo de la mano de las políticas liberales, ahí estábamos, porque entendemos que va mas allá del salario caído la cuestión, detrás de ello se viene abajo el andamiaje de una vida, los sueños…
Además cuando no nos alcanzaban las manos para abrazar a los miles y las miles de cesanteadas, tampoco podíamos luchar por ese estado que necesita nuestro Pueblo, al servicio de las mayorías más vulnerables.
Se abrían frentes de batalla cotidianamente, nos estaban ganando la pulseada.
Pero nuestro pueblo es sabio, no se para del lado de ninguna grieta, lo hace en favor de nuestros pibes y nuestras pibas, de nuestros abuelos y nuestras abuelas y de la clase trabajadora en su conjunto. Ya nos habían zamarreado demasiado, golpeado hasta el hartazgo, ninguneado y estigmatizado en nuestras funciones.
Pero claro, los nietos de quienes bombardearon Plaza de Mayo nunca miraron mas allá de su ombligo y rápidamente nuestro Pueblo se quedo sin respuestas. Hospitales sin insumos, jubiladas sin medicamentos, fabricas cerradas, pibes y pibas con hambre y un país sumido en la pobreza.
Necesitábamos ponernos de pie nuevamente, recuperar la identidad de clase que quisieron arrebatarnos, transitar los caminos de la dignidad para mostrarle al mundo que no existe un capitalismo humanizado, o al menos, no para devolverle la felicidad a nuestro Pueblo.
Entonces llego el momento y los nuevos caminos se abrieron, empezó a salir el sol que, de la mano de nuevos héroes y heroínas que pelean día a día contra una pandemia mundial, hacen resonar aplausos en las casas de los barrios de todo el país. Las escuelas parecieron cerrarse para llenarse de manos que tienden una ayuda a las familias que lo necesitan. Y así, cada organismo del Estado, se fue llenando de trabajadoras y trabajadores “esenciales” que brindan asistencia a nuestro Pueblo.
Todo está lentamente volviendo a la normalidad, el Estado no es una entelequia, no es una figura abstracta para que algunos le echen la culpa de todos los males. El Estado somos nosotros y nosotras, quienes hace mucho tiempo definimos con conciencia de clase que somos el nexo entre el Pueblo y las políticas de Estado.
TRABAJADORAS Y TRABAJADORES ESENCIALES, TRABAJADORAS Y TRABAJADORES ESTATALES
FELIZ DIA ESTE 27 DE JUNIO
MI TRABAJO SON TUS DERECHOS
ASOCIACION TRABAJADORES DEL ESTADO Seccional Mar Del Plata
Ezequiel Navarro – Secretario General