«Lamento que el radicalismo acompañe políticas de ajuste permanente»

 

En el marco de una jornada de movilización nacional convocada por las tres centrales sindicales y diferentes movimientos sociales, el Concejal Mario Rodríguez manifestó al respecto: «lamento que el radicalismo acompañe políticas de ajuste permanente, por la decisión de algunos dirigentes de hacer silencio o seguidismo con el único objetivo de quedar bien con el PRO, ignorando el sufrimiento de millones de compatriotas, y apareciendo ante la sociedad más preocupados por discutir cargos que por proponer cambios o alternativas en las decisiones del gobierno».

«A nivel local pasa algo parecido. No podemos desentendernos de la suerte de miles de vecinos que no tienen trabajo, o están en la pobreza y la indigencia, cuyos hijos dejan de asistir a la escuela o ni siquiera la inician, sin que nos propongamos hacer algo al respecto. Deben algunos salir de su zona de confort personal y entender la gravedad del deterioro social que producen algunas medidas económicas», expresó el edil alfonsinista.

El 24,8% de la población y el 18,6% de los hogares en nuestro municipio vive debajo de la línea de la pobreza, mientras que el 6,5% de las personas y el 5,2% de los hogares lo hace en la indigencia; esto implica que en General Pueyrredon hay 157.734 pobres y 41.164 indigentes.

Un 12,8% de la población está sin trabajo; traducido en cantidad de personas, implica que hay 40.000 desocupados, 54.000 subocupados y 67.000 ocupados demandantes de empleo; y hay 107.000 ciudadanos que no tienen empleo o necesitan trabajar más horas para cubrir los ingresos de sus hogares.

Miles de comercios y pymes han cerrado en el país, y ahora la crisis está afectando a las grandes empresas. Nuestro municipio no es ajeno a esta realidad.

Los clubes, que realizan una tarea inestimable de contención social, están al límite de sus posibilidades. Los legisladores provinciales y nacionales tienen la obligación de cumplir su rol y hacer comprender a los gobiernos nacional y provincial, aún siendo afines políticamente, de frenar con los tarifazos que comprometen seriamente sus posibilidades, ya no de desarrollo sino de subsistencia.

«Hemos sancionado la emergencia educativa, insistimos en la necesidad de conformar un comité de crisis alimentaria, estamos con los clubes transitando juntos estos difíciles tiempos, apoyándolos desde el Concejo Deliberante; propiciamos la convocatoria del Consejo de Concertación Económica y Social, entre otras iniciativas, pero nada alcanza frente a la magnitud de la crisis».

«Es imprescindible que las fuerzas políticas dejemos por un momento de hablar de cuestiones electorales y convoquemos a un diálogo, que incluya a los sectores del capital, del trabajo, organizaciones de la sociedad civil, representantes de los diferentes credos, etc., para intentar llegar a acuerdos básicos sobre las principales preocupaciones ciudadanas. Sabemos que no es fácil, pero es nuestra obligación intentarlo. En otros momentos de crisis se logró. La agobiante realidad y el sufrimiento de la gente nos obliga a ello».