Juan Ignacio Riccio , secretario gremial de UTEDyC, dijo sobre la situación de muchos trabajadores: salarios bajos, desconocimiento a la hora de informarse y trabajo en negro.
Luego de cumplir un segundo mandato como delegado en la Sociedad Conductores de Taxis, Servitaxi, Juan Ignacio Riccio hoy se desempeña como secretario gremial de UTEDyC.
En ese marco, mano a mano con “el Retrato…”, consultado acerca de cómo está la situación laboral de los empleados, afirmó que “en la parte gremial se está trabajando continuamente con informes, sueldos, recibos de sueldos, con muchos trabajadores temporarios. Hay muchas inquietudes con el tema del salario, cuándo viene una homologación de los convenios, por ejemplo. En este momento estamos esperando la homologación de un convenio, debido a un año bastante duro con respecto a la crisis que vive el país, que fue sumado a la necesidad de los trabajadores de incrementar su sueldo. Por suerte salió uno de los primeros convenios colectivos, el 46206 y se consiguió un aumento del 30%: un 15% retroactivo a enero, y en julio el retroactivo se hará a la escala de diciembre”.
-¿Se encuentra, dentro de los reclamos que recibe, con gente que trabaja jornada completa y recibe menos salario del que corresponde?
-Terrible. Es más, nos enteramos que un gremio hermano, el de los Canillitas, tenían trabajadores que estaban cobrando de sueldo bruto en mano $ 3.600. Y les correspondían $ 9.000. Siempre habían trabajado de esa forma. Esa situación se regularizó. Las compañeras iniciaron una acción legal desvinculándose y ya no se presentaron a trabajar.
-¿Y les abonaron? ¿Llegaron a un acuerdo?
-Están en una negociación. Están en la parte judicial. Se trata de gente que trabajó en esas condiciones 19, 20 años. Esas mujeres entraron llorando. Y más cuándo les hicimos el cálculo de lo que le deberían estar cobrando.
-¿Y qué pasa con esa deuda?
-Con respecto a ese tema puntual, eran tres trabajadoras. Una renunció. Y las otras dos, hicieron el reclamo. Se les adeuda alrededor de $ 180.000.
-¿Cuál es la principal razón por la que no denuncia antes?
-La gente tiene temor a quedarse sin trabajo. Ese es el miedo principal. Y le tiene miedo al sindicato. Piensan que porque vinieron al sindicato van a quedarse sin trabajo. Y los que son dueños de empresas o instituciones, piensan que el sindicato sigue siendo como en el pasado. Todos con conflictos, con peleas. Y hoy el gremio está abierto a otro tipo de conversación, de negociación. Para mejorar la calidad del trabajador. Pero la gente sigue teniendo miedo a quedarse sin trabajo y a que se entere el empleador.
-Este tema de no pagarle a los empleados lo que se debería, ¿encabeza el ranking de los requerimientos que les presentan?
-Bastante. Muchos acreditan que los culpables son los contadores, que hicieron malas liquidaciones. Muchos se aprovechan el desconocimiento de los empleados, por ejemplo. Les dicen que el mes entrante les vuelven a pagar, etc. La gente que reclama por estas cuestiones es cada vez más.
-¿Toma conciencia el trabajador que el sindicato está de su parte o desconfía porque piensa que se van a quedar con lo de ellos?
-Es algo contra lo que peleamos. En la gente está la inquietud: muchos piensan que cuando vamos a hablar con la patronal, vamos a “transar”, a negociar. Y no es así. Eso lo piensa el que no viene, el que no sabe, el que no se acerca. El resto, el que no sabe, puede opinar eso. Pero desde el desconocimiento.
-De delegado a secretario gremial ¿Cambió mucho la problemática?
Cambia el 100% estar en una institución y estar comprometido en el día a día. También aparecen reclamos, situaciones nuevas. Que empiezan hoy, o que se están por jubilar. Generalmente vienen cuando tienen un conflicto.
-¿Cuáles son los proyectos a futuro?
-Se está trabajando en tratar de conseguir nuevos acuerdos con los centros de día. Hay convenios que abarcan muchas cosas pero no especifican demasiado algunas cosas. Al abarcar tanta cantidad, por ejemplo con el 46206, va desde asociación sin fines de lucro hasta sociedades de fomento. Es un abanico muy amplio.
-¿Llegan casos de presiones, persecuciones psicológicas en el ámbito laboral?
-Sí. Son los más complicados porque son difíciles de tratar. En esos casos, los escuchamos. Ocurre muchísimo. La decisión es siempre del trabajador. Porque a ellos les decimos lo que les corresponde, les explicamos sus derechos y lo sometemos a su decisión. Porque el objetivo es que prevalezca la fuente de trabajo. En marzo, por ejemplo, fuimos al Centro Naval. La gente estaba contenta. Es un caso atípico porque les pagan a tiempo, tienen la ropa en condiciones, pero necesitaban nuestra presencia. Fuimos. A veces el trabajador necesita eso. Y en eso estamos trabajando. Se hizo un mapa con todas las entidades que tienen delegado, y se están separando en zonas para ir a visitarlos.
-¿Y la gente quiere ser delegado o teme todavía?
-La gente está más abierta. Hay gente que tiene bastante conciencia política. Hoy la política es algo muy abierto. Hay información en diarios, revistas, televisión, etc.
-¿Tienen casos de violencia de género en el terreno laboral?
-Sí. Está muy entre paréntesis. No todo el mundo lo cuenta. Son situaciones difíciles. Hemos tenido un delegado que se ha acercado y que ha tenido tres compañeras que han acosado verbal y sexualmente. Insinuándose. Hablamos con el delegado, le manifestábamos que estábamos al tanto de la situación y eso terminó ahí. No ha vuelto a suceder. Esos casos son extremos. La violencia es otro tema candente. Pero la cuestión es cómo comprobarlo. Entonces nosotros hablamos con el patrón. Ante la queja que el trato no es el adecuado.
-¿Cómo se encuentra el equilibrio para no perder la calma ante situaciones extremas, como delegado?
-Uno se va preparando. Nos juntamos, hay una comisión directiva, contamos con el secretario gremial con el que contamos y que nos otorga otra visión más profunda de los temas. Nos asesoramos legalmente. Tomamos precauciones. Nos fijamos qué vamos a decir.
FUENTE EL RETRATO DE HOY . COM