EL PERIODISTA JOSÉ LUIS PONSICO RECIBE EL PREMIO JAURETCHE.

 

El conocido periodista en el medio local JOSÉ LUIS PONSICO recibe el PREMIO JAURETCHE a la LABOR PERIODÍSTICA que se entrega por 16° vez en la Argentina. La distinción ha sido creada por el Instituto Superior de Formación Docente «ARTURO JAURETCHE» de Merlo que dirige el docente MARCO ROSELLI.

En su edición 2018 junto a JOSÉ LUIS PONSICO, son premiados también: Enrique Arrosagaray, Osvaldo Jauretche, Piero, José Tamarit, Fernando Borroni, Vanesa Siley, Pedro Bevilaqua, Victor Carricarte, Cecilia Rosetto, Fernando Maletti y Rubén «Dady» Brieva.

La idea del Premio Jauretche tiene su sustento en el reconocimiento a compromisos en los ámbitos sindicales, periodísticos y educativos que llevan adelante personalidades del campo nacional y popular. El Premio se pensó como contracara de los reconocimientos que realizan los medios de comunicación hegemónicos.

Las últimas entregas del Premio Jauretche se han desarrollado en la sede nacional del SADOP (Sindicato de los Docentes ¨Privados). Su Secretario de Educación, el también marplatense Daniel Di Bártolo dijo que «los Premios Jauretche son una fiesta sencilla de quienes entregan su vida en el compromiso por el otro, en la construcción de la justicia social; este año justamente coincide con el 17 de octubre, fecha histórica donde sucedió el emergente «del subsuelo de la patria sublevada».

JOSE LUIS PONSICO, integrante de la Fundación CEPES que preside el concejal Daniel Rodríguez, tiene una dilatada trayectoria como periodista. Ha logrado un sutil entrecruzamiento entre la política y el fútbol, sus dos pasiones. Sus textos son verdaderas acuarelas donde su pluma vuela con libertad entre el recuerdo siempre cálido, el presente objetivo y sus utopías que están vigentes en sus notas que, realmente, resulta un placer su lectura y colección.

José Luis Ponsico destaca con singular afecto sus inicios en la profesión periodística. “Recuerdo que en el mundial de Chile, me conocía todas las formaciones de los equipos y que incluso sabía de memoria, los nombres de los futbolistas de la selección rusa. En ese tiempo, mi padre me había regalado una radio a transistores, la llevaba al colegio para escuchar los partidos en el recreo. Ya tenía mis propios seguidores. El periodismo llega por casualidad a mi vida, un amigo mío que estaba estudiando abogacía, habla con el jefe de deportes de un diario, y me ofrece empezar a escribir crónicas. Estuve a prueba, y quedé”.

Durante su dilatada trayectoria el fútbol convivió con su militancia sindical y política. “Amílcar González, secretario general del Sindicato de Prensa en los años 70, uno de los primeros dirigentes secuestrados y torturados, por la dictadura militar, era como mi padre, una especie de hermano mayor a quién admiraba mucho. Su secuestro años después, me marcó mucho. En esa época, mi dirigente estaba preso y yo me tuve que venir a Buenos Aires. Nos echaron a todos del diario, nos persiguieron, y tuve que empezar de cero”.